
Un día como hoy, pero de 1940, en Nueva York se estrena El gran dictador, de Charles Chaplin. La película es un hito en su filmografía, ya que se trata de la primera vez que hace un film sonoro. Es una parodia del nazismo, en la que el actor y director hace un doble papel: un barbero judío que sufre la persecución en la ficticia Tomania; y el dictador Hynkel, a través del cual Chaplin se burla de Hitler. Ambos son idénticos y eso lleva a que al barbero lo confundan con el tirano. Al momento del estreno, Estados Unidos aún era neutral en la guerra. La película fue un éxito y sirvió para que Chaplin expresara su rechazo al nazismo a través de la sátira, como en la escena de Hynkel/Hitler con el globo terráqueo, en la que suena el preludio de Lohengrin de Wagner: la ópera favorita de Hitler.