Estalla la rebelión de Semana Santa
Un día como hoy, pero de 1987, el teniente coronel Aldo Rico llega desde el regimiento de San Javier, Misiones, donde presta servicio, a Campo de Mayo y amotina a la Escuela de Infantería, en solidaridad con el mayor Ernesto Barreiro, acusado por violaciones a los derechos humanos que el día anterior no se presentó a declarar en Córdoba y busco refugio en un cuartel de Córdoba. Ese Jueves Santo se desata la crisis militar de Semana Santa. Los sublevados reclaman el fin de la persecución judicial a los oficiales encausados por los crímenes cometidos en la dictadura y que no consiguieron cobijarse bajo el paraguas de la ley de Punto Final, que había cerrado el plazo para querellas en febrero. El presidente Raúl Alfonsín regresa de urgencia de Chascomús, donde descansaba, y habla al país desde el Congreso, donde afirma que “no hay nada que negociar”.
Nacional16/04/2024Daniel Espinoza