
Un día como hoy, pero de 2002, comienza la crisis del islote de Perejil entre España y Marruecos. La marina marroquí ocupa el enclave (de 0,15 kilómetros cuadrados, deshabitado y ubicado en el estrecho de Gibraltar a no más de 300 metros de la costa africana) en momentos de tensión en las relaciones bilaterales. Cuando la Guardia Civil intima al puñado de ocupantes, estos responden que no se trata de territorio español. La Unión Europea y la OTAN se pronuncian en favor de España y piden a Marruecos que se retire. Comienza una escalada bélica: España impone un ultimátum. El 17 de julio, las tropas españolas recuperan el Perejil. Reducen a seis marroquíes desarmados, que son enviados a su país, donde se anuncia que no volverán a ocupar el territorio y plantean negociar la soberanía de Ceuta y Melilla, las colonias españolas en África. Horas más tarde, se negocia que la isla esté deshabitada y sin símbolos de soberanía.